PERSONALIDAD

Hijos autónomos, seguros y estables. ¿Cómo se consigue?


El pasado jueves, seis de noviembre de 2014, impartí una conferencia a padres, con hijos  de corta edad,  en un colegio concertado. Me pidieron que hablara sobre cómo educar a los hijos para que sean autónomos, seguros y estables. Empecé la conferencia afirmando que en educación no hay recetas, ya que la singularidad de cada persona y  de su entorno las desaconsejan.

Los tres aspectos señalados en el título de la conferencia interactúan entre sí. A modo de ejemplo, una persona poco dependiente se sentirá más segura que otra excesivamente condicionada por las personas y circunstancias que le rodean. También es probable que disfrute de mayor estabilidad, entendida como  capacidad de no sucumbir fácilmente ante las contrariedades y problemas ordinarios y extraordinarios que aparecen en nuestra vida desde que somos niños.

Los padres que desean hijos  autónomos, seguros y estables deben actuar en el día a día, en las pequeñas obligaciones que los hijos pueden ir asumiendo, con exigencia y seguimiento constante, con paciencia, desde que son pequeños, adaptando la acción educativa a la edad del niño.

El hombre no está dividido en compartimentos estanco. Con esto quiero decir que conseguimos que un niño sea autónomo, seguro y estable procurando que alcance otras capacidades, muy relacionadas con las anteriores, influyendo unas en otras . Me refiero, entre otras, a  las siguientes:
  • Para ser autónomo, en el sentido de hacer cosas solo, de enfrentarse a los problemas y resolverlos, de  realizar las tareas necesarias para la propia supervivencia, de marcarse metas y alcanzarlas,  es necesario disponer de una VOLUNTAD FUERTE, que no se improvisa, que se alcanza por el esfuerzo sostenido en el tiempo, desde que se es un niño.
  • La autonomía es atractiva cuando se conocen los frutos, los motivos para alcanzarla. La vía de los hechos, es decir, los logros personales desde pequeños, van alimentando el deseo de la propia autonomía y configurando una historia personal asentada en la autoestima, que es un pilar muy sólido donde apoyar el propio desarrollo. El ejemplo de los padres, el prestigio personal de personas autónomas y los valores atractivos inherentes a esta capacidad son otros aspectos donde apoyar el atractivo de la autonomía.
  • Una voluntad fuerte lleva a conseguir pequeños logros en el día a día, que alimentan la autoestima del niño -también de todos-,  y le lleva a sentirse importante, convirtiendo su entorno en algo manejable, controlable, solucionable, potenciando simultáneamente, poco a poco, su seguridad y estabilidad.
  • Los encargos en casa, desde que son pequeños, ayuda a lo anterior. También elorden, la eficacia de cumplir con un horario, el control de las emociones (qué eficaz el rincón del llanto, bien administrado), etc.
  • Se puede ser más autónomo cuando se tiene más desarrollada la capacidad dereflexionar y esta se consigue cuando nos sometemos o nos someten a estímulos que nos hacen pensar, como encontrar la solución a los pequeños problemas que aparecen cada día. También cumpliendo con nuestras obligaciones ordinarias, leyendo  u oyendo lo que les leen los padres, dialogando con ellos, cuando somos corregidos con argumentos, cuando observamos valores hechos vida en casa, cuando los padres procuran una vida llena de estímulos educativos (juegos de pensar, visitas al zoo, cine o una obra de teatro, visitas a monumentos, viajes a otros lugares, contacto con situaciones de pobreza, cultivo de la espiritualidad, etc)
  • La autonomía se alcanza además, colocando las emociones y los afectos en su sitio. No se trata de eliminarlos, sino de no depender excesivamente de ellos. Hay padres que fomentan una excesiva dependencia afectiva de sus hijos, en ambas direcciones, hipotecando parte de su autonomía presente y futura, cortando la posibilidad de alcanzar determinadas metas. No están mal las salidas justificadas, fuera de casa, a partir de los seis años. Los campamentos, los cursos de inglés en el extranjero, etc.  También es muy positivo no ceder ante cualquier capricho o impulso extemporáneo de los hijos, por ejemplo en el supermercado, a la hora de comer, al pasar por una tienda, con un programa de televisión que no toca ver. Qué bueno es no ceder ante el llanto usado a modo de chantaje y de reto a la norma o límite educativo (basta con mandar al niño a una habitación hasta que se calme). Hay que corregir la envidia, los celos, la impulsividad, etc.
  • A los niños hay que enseñarles a hacer vida, cada día, los siguientes verbos: pensar, hacer, solucionar, inventar, crear, afrontar, arreglar, ordenar, corregir... Las opciones para conseguirlo son casi infinitas.


Hay actitudes de los padres que no ayudan a que sus hijos sean autónomos seguros y estables. Veamos algunos:
  •  Autonomía y sobreprotección son incompatibles. Tratar de evitar el sufrimiento y los obstáculos a los hijos es un amor mal entendido y un freno a su desarrollo personal. No hay que quitarles  las piedras del camino. Hay que decirles dónde están y cómo se saltan y que ellos se enfrenten a ellas solos o, por la edad o la complejidad de la situación, con el acompañamiento mínimo imprescindible. Los miedos infundados de los padres son una forma de sobreprotección (no van de campamento, a una excursión…"por miedo a que les pase algo"). Que los padres hagan las cosas porque no tienen tiempo de esperar a que las haga el hijo es quitarle ocasiones de aprender; es cuestión de prioridades y de orden, no de tiempo.
  • Los padres autoritarios provocan hijos excesivamente dóciles o rebeldes, inseguros e inestables.
  • La autonomía se desarrolla mejor en un clima de exigencia con cariño. Hay que colocar metas difíciles pero asequibles, alcanzables y, al mismo tiempo, hay que demostrar cariño incondicional, que implica aceptación  de las virtudes y los defectos de los hijos , que lleva a no compararlos con nadie y a no juzgarlos de forma hiriente o humillante. Se corrigen los comportamientos pero no se juzga (ej: en vez de decir “eres malo” , se dice ·esperaba que hubieras hecho esto de otra manera, porque tu no eres malo”)
  • Para potenciar que el niño tome iniciativas, haga cosas y sea creativo…se alaba su esfuerzo, pero no sus cualidades. Esto último lleva a la inactividad.
  • Las expectativas demasiado elevadas llevan a la parálisis. Para evitar esto hay que saber de qué es capaz nuestro hijo, conocer bien sus capacidades y su etapa evolutiva.
  • Cuando nuestro hijo toma iniciativas y hace cosas que le pedimos por primera vez,comenzará equivocándose pero seguimos dándole la oportunidad de hacerlas y confiamos en que las hará bien. Cuando está aprendiendo alabamos su esfuerzo no los resultados, que llegarán con el tiempo. En los errores hay que animar a corregirlos y a empezar de nuevo, no humillarlos. La paciencia de los padres es importante para el aprendizaje y la autonomía de los hijos.
  • Afecta a la seguridad y estabilidad del niño la seguridad y estabilidad de las relaciones entre los padres y su estilo de comunicación. Algunos consejos: las disputas en privado, etc.
  • Los hogares con normas y limites predecibles y exigidos por los dos padres, independientemente de su estado de ánimo o de cómo haya ido el día, crean un clima de seguridad en el niño.
  • Actuaremos sobre la seguridad de nuestro hijo si le ayudamos a conocerse y a que acepte, con naturalidad, los propios defectos y errores. Hay que enseñarles a reírse de ellos mismos, de esta forma limitaremos la dependencia de la propia imagen y de la opinión de los demás.
  • La excesiva presión, sin ocio, sin desahogo, sin descanso, sin cariño,  convierte las invitaciones a los hijos para que trabajen en su propio desarrollo en un ideal que agota, que asfixia y repele. 

Uno de los  soportes de la seguridad de los niños, quizás el más importante,  son los padres, pero el propio desarrollo y crecimiento personal irá limitando esa dependencia. Los impulsores de ese desarrollo, cuando los hijos son niños, son los padres.  Termino, como siempre, con una frase

"Si los padres pierden de vista su misión o no la tienen clara,  acabarán siendo esclavos de lo inmediato, es decir, maleducando"

José Antonio de la Hoz
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Salud mental y educación: los sutiles hilos de la marioneta


Me llama la atención unas declaraciones de Allen Frances, Catedrático emérito de la Universidad de Duke y director del equipo que redactó el DSM IV ( Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) que es, junto con el CIE (Clasificación Internacional de enfermedades), la Biblia de los psiquiatras de todo el mundo. Es una autoridad internacional en el campo de la psiquiatría.  Pues bien, algunas de esas declaraciones son las siguientes:

  • La industria farmacéutica está interesada en convencernos de que hay nuevas enfermedades psiquiátricas fáciles de tratar con medicamentos. Tratan de convencernos de que el trastorno psiquiátrico es algo muy común y de fácil solución, tomando los medicamentos que ellos elaboran. 
  • El aumento artificial de síndromes y patologías provocado por el DSM V “convierte problemas cotidianos y normales de la vida en trastornos mentales, de tal forma que cualquiera de nosotros se identifica en los síntomas descritos en ellos/as”
  • Los fármacos son necesarios y muy útiles en trastornos mentales severos y persistentes, que provocan una gran discapacidad. Pero no ayudan en los problemas cotidianos, más bien al contrario: el exceso de medicación causa más daños que beneficios. No existe el tratamiento mágico contra el malestar.
  • Hay que “Controlar mejor a la industria farmacéutica y educar de nuevo a los médicos y a la sociedad, que acepta de forma muy acrítica las facilidades que se le ofrecen para medicarse, lo que está provocando además la aparición de un mercado clandestino de fármacos psiquiátricos muy peligroso.
  • La incidencia real  del TDAH está en torno al 2%-3% de la población infantil y, sin embargo, en EE UU están diagnosticados como tal el 11% de los niños y en el caso de los adolescentes varones, el 20%, y la mitad son tratados con fármacos. Otro dato sorprendente: entre los niños en tratamiento, hay más de 10.000 que tienen ¡menos de tres años! Eso es algo salvaje, despiadado. Los mejores expertos, aquellos que honestamente han ayudado a definir la patología, están horrorizados. Se ha perdido el control.”
  • “Igual que no se nos ocurre recetar testosterona a un niño para que rinda más en el fútbol, tampoco tiene sentido tratar de mejorar el rendimiento escolar con fármacos”
  • Los seres humanos somos criaturas muy resilientes. Hemos sobrevivido millones de años gracias a esta capacidad para afrontar la adversidad y sobreponernos a ella... Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren.
  • En los últimos años las autoridades sanitarias han tomado medidas para reducir la presión de los laboratorios sobre los médicos. Pero ahora se han dado cuenta de quepueden influir sobre el médico generando demanda en el paciente.
  • Hay estudios que demuestran que cuando un paciente pide un medicamento, hay 20 veces más posibilidades de que se lo prescriban que si se deja simplemente a decisión del médico
  • “¡Tienen que cambiar los hábitos de sueño! Sufren ustedes una falta grave de sueño y eso provoca ansiedad e irritabilidad. Cenar a las 10 de la noche e ir a dormir a las 12 o la una tenía sentido cuando hacían la siesta. El cerebro elimina toxinas por la noche. La gente que duerme poco tiene problemas, tanto físicos como psíquicos.”

 De todo esto saco unas consideraciones rápidas:
  • Rehuimos la contrariedad y el malestar, aunque esta sea el precio de un correcto desarrollo personal propio y de nuestros hijos, un ingrediente necesario para el equilibrio vital. Antes, cuando éramos más creyentes, encontrábamos un sentido a esas situaciones, ahora ya no lo tenemos y acudimos, con facilidad, a la medicación. Indudablemente hay situaciones en las que la medicación es imprescindible; aquí me refiero a que siempre hay algún tipo de malestar moderado, físico o psíquico, para el que no existe medicación, tal y como dice Allen Frances, pero son cada vez más los que la buscan.
  • Tenemos que crear un clima de normalidad alrededor de estas situaciones. A título de ejemplo, no hacemos un drama cuando un niño pequeño tropieza, se cae y llora. Le animamos a que se levante y, cuando lo haga, le damos un cariñoso abrazo. Podemos encontrar cientos de ejemplos como este, en los que la actitud materna y/o paterna puede ayudar a que los hijos sean resistentes, seguros y con una fuerte autoestima o todo lo contrario.
  • El lamento y la queja habitual en los hogares potencia un exceso de victimismoen quienes los ocupan y son un termómetro de su umbral de exigencia personal. Padres y madres, ¡hay que subir el listón para admitir las quejas!, hay que enseñar a convivir gallardamente con la contrariedad física o moral.
  • Una ecuación: tolerancia al malestar baja = dosis de placer altas + exigencia personal baja. Padres, ¡a ponerse las pilas!

Termino con dos frases de un ilustre psiquiatra:
“Un hombre hedonista, permisivo, consumista y relativista, se convierte en un objeto que viene y va. En vez de ser brújula, es veleta. Se mueve en todas direcciones pero sin saber a dónde va.”
“La felicidad no es un hallazgo al final de la existencia sino a través de su recorrido”


José Antonio de la Hoz
Fuente: http://goo.gl/tpFSJg . Foto de Juan Barbosa


Es difícil educar a un niño que no se siente querido




Educar a los hijos implica exigirles. Muchas entradas de este blog hacen referencia a algunos modos de hacerlo  pero el amor, el cariño, el afecto, la empatía… principalmente de los padres, también de los profesores, son  necesarios para multiplicar la eficacia  de la actividad educadora. Eso afirmaba Johan Heinrich Pestalozzi, uno de los primeros pedagogos reconocidos como tales.

 El amor incondicional a los hijos es tan importante que su ausencia o su existencia puede marcar sus personalidades de por vida. Comía, hace un tiempo, con unos amigos y sus tres hijos. El mayor tiene 12 años y su rendimiento escolar es sobresaliente porque el sobresaliente es su única nota, sin embargo algunas veces se ha echado a llorar cuando le he dedicado algún gesto de cariño. Su madre me explicaba que el padre  se prodigaba  poco en ese aspecto. Es verdad que no es lo mismo ir de visita que responsabilizarse de la educación y formación de una criatura todos los días, hasta su madurez…, pero también es cierto que algunos padres y educadores ponen el acento en la exigencia y se olvidan del afecto.

Ya siendo bebés es necesario el contacto físico con los padres pues aporta  seguridad emocional, confianza y estima, presente y futura. En la madre estimula la producción de prolactina, la hormona de la leche, y de la oxitocina, la hormona del amor. En el bebé reduce los niveles de cortisol, responsable del estrés.  Una investigación de la Universidad de Miami ha permitido comprobar que “ muchos bebés a los que se les hace masajes con constancia duermen mejor, y  además alcanzan una mejor maduración del aparato respiratorio y del sistema inmune”.  Otros estudios demuestran que si el bebé no tiene contacto físico con los padres, puede enfermar hasta morir.

El amor a los hijos no tiene nada que ver con la sobreprotección y es  perfectamente compatible con ponerles límites y normas. La psicóloga Olga Carmona nos dá algunas pistas:
  • No es sobreprotección: abrazar, escuchar, comprender y respetar a los hijos. Ayudarles a encontrar el camino para resolver un conflicto o problema. Cuidarlos y protegerlos de aquello para lo que aún no tienen recursos; si lo es seguir haciéndolo cuando ya están capacitados. No lo es tener en brazos a un bebe todo el tiempo que se pueda. Tampoco amar a los hijos de forma incondicional y hacérselo saber de todas las maneras posibles, todos los días.
  • Si es sobreprotección compensar al niño – normalmente con un regalo - , cuando se siente frustrado, triste o enfadado porque  algo no ha salido como él quería. También, hacer por él cosas que ya puede hacer solo, no dejar que asuma responsabilidades o impedir que tome decisiones, bloqueando su desarrollo e impidiendo que adquiere las competencias necesarias para desenvolverse en la vida. Asimismo, no corregir su conducta por miedo a que se enfade o justificarla.
El niño que ha recibido cariño, afecto, confianza y amor incondicional de sus padres y que se ha enfrentado al cumplimiento de límites y normas proporcionados a su capacidad y edad, contará con unmejor desarrollo físico, será más resistente a la enfermedad mental, disfrutará de un aceptable nivel de autoestima y estabilidad personal, afrontará con más éxito los retos que plantea la vida, mantendrá relaciones sociales más cordiales y, en general, alcanzará unos niveles de desarrollo personal, social y profesional más elevados que los conseguidos por la persona carente de estas circunstancias en su infancia.

Termino con una frase de Olga Carmona, psicóloga ya mencionada en esta entrada: “No existe una forma más destructiva de maltrato que la falta de amor hacia un niño por parte de sus padres, especialmente de la madre”.

 …y con otra de Charles Dickens “El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el que lo conoce las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico”


Howard Gardner: los test que miden el coeficiente intelectual no sirven

Howard Gardner (Scranton, Estados Unidos, 11 de julio 1943) es un psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, conocido en el ámbito científico por sus investigaciones en el análisis de las capacidades cognitivas y por haber formulado la teoría de las inteligencias múltiples, la que lo hizo acreedor, entre otros, al Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2011.
Gardner define la inteligencia como la «capacidad mental de resolver problemas y/o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas Plantea que a la hora de desenvolverse en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos; por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida privada. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. Ni mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo: Einstein no es más ni menos inteligente que Michael Jordan, simplemente sus inteligencias pertenecen a campos diferentes..
Habla de ocho tipos de inteligencia: lingüístico – verbal, lógico – matemática, espacial, musical, corporal – cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista.
Pues bien, con ocasión del nombramiento como doctor honoris causa por la Universidad Camilo José Cela, le hacen una entrevista que aparece integra en el link indicado al final de esta entrada. Aquí recojo parte de la misma, en su literalidad. Ahí va:

"¿Cómo podemos identificar nuestro potencial?
-Creo que el mejor modo de hacerlo es intentar enseñar algo nuevo a alguien y ver cuánto tarda en aprenderlo. Por ejemplo, enseñamos a un grupo de estudiantes a jugar al ajedrez. Después de 20 partidas, algunos ganarán casi siempre. Claramente esos son los que tienen más potencial.
-¿Hay gente competente en todos los tipos de inteligencia?
-Todo el mundo tiene todas las inteligencias, pero la vida no es justa… Hay gente que brilla en todos los tipos, como Leonardo Da Vinci, y otros… bueno, no las desarrollan igual. Pero lo importante de esta teoría es que existen una serie de perfiles: algunos tienen picos altos en algunas tareas y otros en otras, pero siempre podemos mejorar en las más bajas.
-¿Qué aconsejaría a los padres para potenciar la inteligencia de sus hijos?
-Présteles mucha atención y averigüe qué es lo que les interesa y les apasiona sin proyectar en ellos sus prioridades, pasiones ni debilidades.
-¿Qué opina de los test que miden el coeficiente intelectual?
-No sirven, es como poner a alguien un sello en la frente: tú eres listo, tú no. Eso es muy negativo. Es mucho mejor descubrir en qué destaca alguien, qué debe aprender y darle ayuda para ello. Y si no es así, probar otra cosa.
-Si tuviera en sus manos la educación de un país, ¿qué es lo primero que cambiaría?
-La educación no debe centrarse únicamente en la escuela: también depende de la familia, los medios de comunicación, el vecindario, todo lo demás… Además, los profesores deben ser profesionales.
-Explíquese.
-Tienen que tener vocación y demostrarlo. Aceptar una responsabilidad, tener estatus y ser respetados.
-¿El sistema educativo actual desperdicia el talento?
-Nuestras comunidades desperdician el talento porque solo los privilegiados tienen opciones. Una de las cosas más interesantes de los sistemas educativos de Finlandia y Singapur, los mejores del mundo ahora mismo, es que son totalmente planos y justos. Es decir, no hay manera de saber cuánto dinero tiene la familia de cada estudiante en un colegio. En un sistema realmente justo, los alumnos con desventajas tendrían a los mejores profesores y las mejores escuelas."

Observaciones de un joven psiquiatra a los padres de hoy

Luis Gutiérrez es un joven psiquiatra que es nieto, hijo y sobrino de ilustres psiquiatras. Hace unos años le pedí los artículos que había publicado en prensa para insertarlos en mi blog. Los motivos son muy sencillos:son útiles, en ellos habla desde la experiencia diaria de ver a pacientes- cada uno con su problemática más o menos grave- que le cuentan su intimidad, esa que podemos esconder incluso a las personas más cercanas. Otro motivo es su estilo directo, no se anda con eufemismos y, por último, sabe usar la ironía y el sentido del humor. Esto último contribuye a una lectura agradecida de sus artículos.

Hace años que publicó los párrafos que hoy traigo a mi blog. En aquella época no tenía ningún hijo y ahora tiene unos cuantos/as. Sigue siendo hincha del Atlético de Madrid, pero  desde la llegada del Cholo Simeone - no estaba cuando escribió lo que vais a leer- ya no es el "Pupas". En ese momento no había crisis económica y ahora si y fuerte. En aquella ocasión era un joven psiquiatra recién estrenado y actualmente sigue siendo joven pero ha puesto en marcha varias iniciativas y da conferencias por todo el territorio español. 

El publicó este escrito con el título "Por qué los padres educan tan mal a los hijos" y sin más preámbulos ahí va, sin tocar ni una coma:


"Espero que me permitan el atrevimiento de escribir acerca de un tema tan espinoso como el de la educación cuando no tengo ningún hijo. Entiendo que en casi todos los temas la teoría suele ser más sencilla que la práctica pero creo que en este asunto concreto todavía lo es más. Dicho lo cual me propongo exponer una idea base, que lógicamente precisaría mayor desarrollo.

Para empezar creo que es imposible entender la situación pedagógica actual sin atender a labajada de la natalidad. Los padres cada vez tienen menos hijos y eso limita las posibilidades de éxito. Con tan pocos hijos que uno de ellos te salga rana es un error imperdonable que uno no se puede permitir. El que uno de ellos no sea universitario se convierte en una frustración y así conseguimos llegar a la situación actual en la que la Universidad está llena de universitarios frustrados. Desde que son tiernos bebes, padres y madres acarician deseos de grandeza hacia su pequeño vástago. Como por ejemplo: “ojalá que sea notario”, “esperemos que de con un buen partido”, etc. Pero pocas veces se plantean algo tan sencillo como: “confiemos en que el día de mañana sea feliz y una buena persona”.

Los padres parece que gobiernan bajo una sola idea madre: “lo importante es que no sufra, que no lo pase mal, no vaya a ser que se sienta frustrado en su más tierna infancia y eso le marque irremediablemente para el resto de su vida”.

Amparados bajo la manida y estúpida frase de: intento darles todo aquello que yo no he podido tener se labra una personalidad sobreprotegida. El niño se acostumbra a que sus deseos se vean cumplidos en un abrir y cerrar de ojos y eso además de crear una serie de hábitos que luego tienen difícil solución, siembra el campo para que florezca una voluntad virgen, desacostumbrada a tener que esforzarse para conseguir las cosas. Los padres en vez de poner límites se dedican a financiar futuros vicios.

De esta forma el querido hijo pasa muchos años de vida hasta encontrarse con alguien que le lleve la contraria. Con frecuencia esto solía suceder en el colegio pero ahora las cosas han cambiado. Hace no muchos años padres y profesores formaban un frente común rígido y sin fisuras. Pero ahora los aliados son otros, con relativa frecuencia hijos y padres son partes de un mismo ser y el profesor se convierte en el enemigo a batir. Sorprende comprobar como los padres entran al juego de las excusas universales de la edad escolar: “a mi hijo lo que le pasa es que le tienen manía”, “le castigan sin motivo”, “se nota que van a por él” y así un largo etcétera. De esta manera el yugo de las contradicciones sigue sin aparecer en la escena.

De hecho en algunas ocasiones incluso uno oye frases maternas absurdamente ingenuas como por ejemplo: “mi hijo es perfecto, no tiene ningún defecto, lo hace todo bien, es el líder de su grupo”, lo que a mi realmente me preocupa es el grado de miopía de una madre incapaz de enumerar los incontables vicios que sin lugar a dudas, como todo el mundo, su hijo tiene.

De la misma manera que el bebé que sólo tiene contacto con la leche pasteurizada y los chupetes esterilizados, posteriormente desarrolla una propensión biológica a todo tipo de alergias y enfermedades, nuestro pequeño adulto se mostrará hipersensible a todo lo que suponga esfuerzo y dolor.

Y así de buenas a primeras nuestro niño de 25 años entra en contacto con el mundo laboral y descubre que el planeta de los osos amorosos en el que vivía jamás existió, y también comprueba que mamá y papá están mayores y su radio de influencia no llega a muchas cosas.

De tal manera que de la noche a la mañana se entera de que en la sociedad en la que vivimos hay jefes, compañeros de trabajo, inspectores de hacienda, suegros y policías de tráfico. Y él que nunca pensó que vivir fuera tan duro se enfrenta a todo ello con los escasos recursos que ha adquirido en sus múltiples años de educación.

Una persona con serias dificultades para asumir conflictos, problemas y enfermedades, que se hunde ante la menor contrariedad y que siente con toda el alma que es una de las personas más desgraciadas del globo terráqueo, pero sin serlo.

Así nos encontramos con el hombre actual forjado con una personalidad neurótica, simplista, quejica, hipersusceptible, sensiblera, sentimental, estúpida, inmadura e infantiloide. En definitiva un pobre hombre, un ser completa y absolutamente insoportable.

No quisiera terminar de manera tan brusca, añadiré un consejo. Si quieren que su hijo aprenda a sufrir de verdad desde pequeño, pongan todos los medios para que se haga hincha incondicional del Atlético de Madrid (ser del Granada roza el masoquismo)."


La lactancia materna prolongada aumenta el Cociente Intelectual a largo plazo

Como sabéis estoy suscrito a una revista de neurología dirigida a profesionales en la materia. Yo no soy neurólogo pero  en esta publicación aparecen, de vez en cuando,  contenidos muy relacionados con el amplio campo de la educación y el aprendizaje. Pues bien, bajo el título de esta entrada me encuentro con un interesante estudio que os remite en su literalidad:

"La lactancia materna prolongada mejora el rendimiento escolar, aumenta el cociente intelectual en el adulto y se relaciona con unos ingresos altos en el futuro, según una extensa muestra de miles de bebés brasileños.

El equipo analizó los datos de cerca de 6.000 bebés que nacieron en el año 1982 en el municipio brasileño de Pelotas. De ellos, 3.493 realizaron un test de inteligencia intelectual a los 30 años (Wechsler Adult Intelligence Scale, 3rd version). Los expertos dividieron a los participantes en cinco grupos, basándose en el tiempo en el que habían recibido la lactancia materna y controlaron diez variables sociales y biológicas que pueden contribuir al incremento del cociente intelectual, como ingresos familiares, nivel de escolarización de los padres, genética, edad de la madre y hábito tabáquico durante el embarazo, el peso del bebé y el tipo de parto.

El estudio muestra la primera evidencia de que la lactancia materna durante más de doce meses tiene un gran impacto en el desarrollo cognitivo, efectos que persisten también en la edad adulta. Un niño que reciba lactancia materna un mínimo de un año conseguirá a los 30 años un cociente intelectual mejor (diferencia de 3,76 puntos; IC 95% = 2,20-5,33) y tendrá más años de escolaridad (0,91 años más; IC 95% = 0,42-1,40) y un mejor salario en comparación con los que sólo reciban lactancia materna durante menos de un mes."

La lactancia es una forma de dar cariño al niño en sus primeros momentos de vida. Por eso encuentro relación entre este estudio y otra entrada publicada en este blog a la que puedes acceder pinchando aquí http://goo.gl/ve2MfL 

José Antonio de la Hoz


La pobreza afectaría al desarrollo cerebral de los niños

El barrio en el que un niño vive, la extracción social de sus padres, la formación y capacidad económica de estos, el colegio y los demás factores que integran su ENTORNO, sobre todo en la infancia y la adolescencia, influyen en su desarrollo físico y psíquico. Nunca dejamos de ser libres y siempre podemos escoger las respuestas que damos a los estímulos que recibimos de nuestro entorno pero, por decirlo de una forma rápida, unos son más libres que otros.  Pienso que esto debe llevar a los que más tienen, porque han disfrutado de entornos muy favorables, a ser especialmente sensibles con los que no disfrutan ni han disfrutado de esas circunstancias. No me refiero solamente a la capacidad económica, que indudablemente abre el abanico de opciones educativas para los hijos; hay aspectos como la calidad de la relación de los padres que influyen notablemente en el desarrollo de los hijos ( ver http://goo.gl/VfZr90 ).

Todo lo anterior es corroborado por numerosos estudios científicos. A continuación recojo, entrecomillado, el resumen de uno que aparece en la Revista de Neurología:

"La pobreza parece afectar al desarrollo del cerebro de los niños, dificultando el crecimiento de la sustancia gris y poniendo trabas a su rendimiento académico, según un reciente estudio. Estudios anteriores habían mostrado que los niños que viven en la pobreza tienden a rendir menos en la escuela, tienen puntuaciones marcadamente más bajas en las pruebas y no alcanzan un nivel educativo tan alto como sus pares más ricos.

Los investigadores analizaron imágenes de resonancia magnética de 389 niños estadounidenses con un desarrollo cerebral normal, de 4 a 22 años, y evaluaron la cantidad de sustancia gris en el cerebro, además del lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el hipocampo
Los niños que vivían por debajo de un 150% del nivel federal de pobreza tenían un 3-4% menos de sustancia gris en partes importantes del cerebro, en comparación con un desarrollo cerebral normal (p< 0,05). Quienes vivían por debajo del nivel federal de pobreza tenían un 8-10% menos de sustancia gris en esas mismas regiones del cerebro (p < 0,05). Esos mismos niños alcanzaron una media de 4-7 puntos menos en las pruebas estandarizadas (p < 0,05). Los investigadores calcularon que hasta un 20% de la diferencia en las puntuaciones de dichas pruebas podría explicarse por la menor maduración de los lóbulos frontal y temporal.

Según los autores, varios problemas relacionados con la pobreza contribuyen al retraso en el desarrollo cerebral de los niños, como la falta de estimulación por los padres y por el ambiente, niveles altos de estrés, dormir mal, el hacinamiento o una deficiente nutrición."

Como siempre termino con una frase. En este caso de Nelson Mandela:

"La educación es el gran motor del desarrollo personal. A través de ella la hija de un campesino puede convertirse en médica, el hijo de un minero en jefe de la mina o el hijo de trabajadores agrícolas en presidente de una gran nación"

José Antonio de la Hoz 


Todos necesitamos referencias y modelos. Tus hijos también

La comparación no es mala si sirve para tomar nota y ver en qué se puede mejorar. Para comparar hay que tener una referencia, un modelo. El problema es que las referencias en la sociedad actual son pobres, las imponen las minorías, los medios de comunicación, los lobbys, los poderosos,… con pocos rastros  de preocupación por el  llamado INTERÉS GENERAL o BIEN COMÚN.

Si queremos mejorar como seres humanos, hacer frente a nuestras naturales debilidades, ser auténticamente libres – la auténtica  libertad nunca puede producir adicción, porque la anula -, avanzar con equilibrio en el ámbito personal, profesional, familiar o social, necesitamospersonas que nos sirvan de modelo o, a falta de estas, pensar sinceramente cómo nos gustaría ser y cómo nos gustaría que fuesen los demás. De los MAESTROS aprendemos el arte de vivir, son un espejo donde mirarnos.

Se me ocurren algunas ideas para buscar modelos o referencias:
  • Deben llevar una vida equilibrada. Solo el equilibrio nos acerca a eso que llamamos felicidad, que todos buscamos. Por ejemplo, podemos ser grandes profesionales pero tener abandonadas nuestra obligaciones familiares. Lo que nos aporta un ámbito nos lo quita el otro.
  • Debe tener una voluntad fuerte. La voluntad es necesaria para contrarrestar la desgana, la pereza que nos lleva a tener metas pobres y nos impide salir de nuestra zona de confort, que nos da seguridad, pero nos aparca en un profundo aburrimiento vital. Cuántas veces nos negamos a hacer algo y después nos arrepentimos. La fortaleza nos lleva a la audacia y ésta a una vida dinámica. La persona con una voluntad fuerte puede elegir metas de calidad en su vida. La voluntad es el uno de los sustentos del propio autoconcepto y del prestigio social.
  • Debe aceptarse tal y como es. Conocer nuestras fortalezas y debilidades es el punto de partida para la mejora personal. Aceptar las últimas, con sencillez, elimina un calvario de nuestra vida. Todos tenemos defectos pero unos los esconden, los niegan interiormente, los rechazan. Son una fuente de sufrimiento interior que desaparece cuando se aceptan con naturalidad y sencillez. A esto se le llama  SABER REIRSE DE UNO MISMO.
  • Tener la capacidad de desdramatizar, de quitarle hierro a los asuntos, de corregir con rapidez los errores sin dar tiempo al victimismo. La vida nos va a dar palos si o si, pero nosotros tenemos la capacidad de darle más o menos importancia a las situaciones. Dicen los psiquiatras que lo importante no es lo que nos pase – lo externo a nosotros - , sino cómo nos afecta en nuestro interior, cómo interpretamos la realidad. Hacer de la vida una drama es lo más cómodo para no levantarse cuando vienen mal dadas.
  • El humor y el optimismo es un traje que engalana nuestra personalidad. Todos queremos tener cerca a personas que nos hagan reír  de vez en cuando y que vean oportunidades en los problemas.
  • Los valores nos gustan a todos, mucho más cuando nos los encontramos hechos vida en una persona, convertidos en hábitos. ¿A qué valores nos referimos?, a todos los que nos gustaría que los demás viviesen con nosotros y que cohesionan una sociedad. Me refiero, a modo de ejemplo, a la generosidad, la compasión, la capacidad de perdonar, la  empatía, la sencillez, la veracidad, la honradez , la cooperación, la solidaridad, la amistad, etc. Esto hecho vida en los que nos rodean crea un clima especial en todas las relaciones interpersonales (familia, trabajo, vecindad, etc)

El problema para encontrar modelos es que falta el convencimiento de que los necesitamos.Dicho de otro modo, llevamos décadas instalados en una especie de “naturalismo”, según el cual el ser humano tiene que manifestarse tal y cómo es, de forma espontánea. A muchos defectos ya no se les llama defectos sino “manifestaciones de nuestra espontaneidad”, “distintas versiones del ser humano”…, siendo esta la situación ideal para justificarlo todo y crear un ambiente social en crisis permanente, con manifestaciones que cuestionan los fundamentos de la convivencia.

Para el ser humano actual el que tiene que cambiar es el otro, que no entiende su espontaneidad, que no es paciente ni tolerante, que no es demócrata…QUE NO HACE LO QUE A ÉL LE APETECE.

Es necesario que cambiemos el enfoque y nos demos cuenta de que la sociedad funciona si funcionan los individuos que la componen. Hay que mirar menos a los demás y mirar más en nuestro interior. Una vez dado este paso será relativamente fácil identificar modelos y objetivos de mejora personal.

Para los padres y profesores  antes he mencionado aspectos que deben adornar ese modelo y que resumo aquí:
  • La voluntad debe ser fuerte. Está asociada con la libertad, la iniciativa o la creatividad. Nos ayuda a plantearnos metas interesantes en la vida, objetivos.
  • El equilibrio en la vida. No centrar nuestros esfuerzos en un aspecto  y abandonar los demás.
  • La autoaceptación
  • Saber quitarle dramatismo a la realidad.
  • Tener siempre metas atractivas y exigentes en lo personal
  • Optimismo y buen humor
  • Adornar nuestro comportamiento con valores
  • Para mi, como creyente, la espiritualidad actúa como soporte y estímulo para todo lo anterior.
  • Cualquiera de vosotros puede añadir más cosas....


Los padres y profesores deben de mirar en su interior y buscar referencias para constituirse en un aceptable modelo de sus hijos y alumnos. Así todos daremos y recibiremos.

José Antonio de la Hoz

Temperamento, carácter y educación

La actitud más frecuente de algunos padres en la educación de sus hijos, es la de esperar a que aparezca un problema para hacer algo. A mí me parece más acertado anticiparse al problema para evitar intervenir. A modo de ejemplo,  es mejor prevenir el fracaso escolar que corregirlo; es más saludable controlar las comidas, que curar la obesidad o la anorexia; antes que corregir la adición a los videojuegos, se puede limitar su acceso con sentido común…

La personalidad es decisiva en el futuro de los seres humanos y, por tanto, de nuestros hijos. Influye en su trabajo, en su forma de relacionarse, en su estabilidad y equilibrio, en su futuro matrimonial…en su grado de felicidad.

La personalidad conlleva formas habituales y potenciales de comportarse . Nos configura para enfrentar la vida de una determinada forma. Por ella pensamos, sentimos, reaccionamos  y nos relacionamos siguiendo un estilo propio. En su concreción intervienen la herencia genética, el ambiente en el que se va desenvolviendo el individuo y el tiempo. Se va especificando con el paso del tiempo, buscando el equilibrio.


Dos aspectos forman parte de la personalidad, el carácter y el temperamento. El primero lo adquirimos, lo aprendemos en la relación personal con nuestro entorno, con el ambiente en el que nos desenvolvemos a lo largo de la vida. Influyen y mucho nuestras circunstancias personales. Los padres y los educadores pueden influir sobre algunos de los elementos que forman parte de ese entorno y ahí encuentra su sentido este artículo.

 El temperamento es genético, está ligado a la biología, es más difícil de modificar. Siguiendo a Galeno, nos encontramos con estos  cuatro tipos: coléricoflemáticomelancólico ysanguíneo. Es más moldeable el carácter que el temperamento. Unos autores incluyen el temperamento dentro del carácter y otros no. Unos hablan de la personalidad como la suma de los dos y otros no.

En cualquier caso, los padres  pueden influir sobre el ambiente que rodea a sus hijos y en el incluimos, entre otras, las siguientes circunstancias:

·         Si va o no a la guardería y a qué edad: os recomiendo leer esto http://padres-profesores-alumnos.blogspot.com.es/2012/12/ufff-creia-que-la-guarderia-era-la.html 

·      La convivencia entre los padres : os puede venir bien esto http://padres-profesores-alumnos.blogspot.com.es/2013/07/decalogo-para-conyuges-para-la.html

·         El amor, afecto, cariño, comprensión, acompañamiento, comunicación, tiempo dedicado,…límites, esperas, correcciones, exigencias, seguimiento, constancia, paciencia, coherencia, ejemplo….del que han disfrutado nuestros hijos, sobre todo en el hogar.

·         Los valores  transmitidos en casa con el ejemplo diario de padres y hermanos mayores: amor al trabajo, exigencia, coherencia, esfuerzo, respeto, solidaridad, generosidad,  compasión, disciplina, orden, tolerancia, comentarios habituales….

·      El colegio y/o instituto dónde estudian y estudiarán. Experiencias con compañeros o profesores. Atención y seguimiento del centro. Proyecto educativo.

·         Experiencias vividas con abuelos, tíos, primos y resto de familia secundaria.

·      Los compañeros de juegos habituales, los amigos de la infancia y la adolescencia. Sus familias.

·         El barrio en el que vives.

·         Los buenas o malos estímulos recibidos por Televisión, Internet, libros, revistas, videojuegos, …etc.

No se trata de meter a nuestros hijos en una urna de cristal para que nada le afecte, sino de aplicar inteligencia y sentido común para ayudarles a desarrollarse lo mejor posible.

En la educación tanto el educador como el educando deben conocer sus puntos fuertes y sus puntos débiles, sus defectos y sus virtudes,…porque ambos entran en juego en nuestra actividad, y educar y ser educado  es una actividad.

Para conocerse hay que ser humilde y objetivo…sincero con uno mismo. También hay que saber darle nombre y contenido a los defectos y virtudes. Esto es difícil hoy día, porque parece que se ha hecho tabla rasa y todo vale, rehuimos de los calificativos, no hay defectos sino “formas distintas de comportarse”. Solo nos tocamos las vestiduras cuando se toca el código penal,…que, curiosamente,   cambia continuamente su contenido. Sin embargo, cualquiera de nosotros somos capaces de calificar como positivo o negativo casi cualquier comportamiento.

Una vez conocida la realidad podemos intentar cambiarla. Podemos marcarnos objetivos realistas, a corto, medio y largo plazo, para nosotros  y para nuestros hijos. Podemos definir estrategias respetuosas con nuestros hijos, para alcanzar los objetivos. Hay que quitar las malas hierbas o limitar su crecimiento, podar las ramas secas y aquellas que impiden que el árbol crezca con vigor…., pero no es legítimo, por ejemplo, hacer del árbol un bonsái.

Marcarse objetivos y fijar estrategias después de conocer con objetividad a nuestro hijo es básico para que se desarrolle, para que avance hacia su legítima independencia, hacia su autonomía. Para que elabore su proyecto de vida y lo cumpla.

Los padres son los que mejor conocen a sus hijos. Pero hay padres que infravaloran o sobrevaloran a sus hijos. Por eso es bueno buscar la objetividad. Aquí van algunas recomendaciones:

·         Las observaciones del tutor del colegio.

·   Los comentarios insistentes sobre su carácter, coincidentes y de diversas fuentes (amigos, vecinos, compañeros de clase, familiares…). No se usan para etiquetar, sino como punto de partida para establecer objetivos y estrategias.

·         El criterio profesional de un especialista (psicólogo,…)

Para saber que buscar ahí va una clasificación e ideas sobre los tipos de temperamentos. Lo más útil es buscar uno o dos aspectos negativos dominantes, más que identificar exactamente tu temperamento o el de tu hijo. También hay que buscar los aspectos positivos, para ser más objetivos y, por ejemplo, para reforzar la autoestima.
Tipos de temperamentos
El temperamento melancólico suele ser el más rico de todos. Suelen tener  una inteligencia superior a la media.
El temperamento más agradable es el flemáticoEs tranquilo y nunca pierde la compostura.
Solemos tener un temperamento predominante y rasgos de otro.
El Carácter lo modificamos con la educación y el trabajo de la voluntad y lo consolidamos cuando vamos consiguiendo hábitos, que se adquieren por repetición de conductas. Las experiencias positivas también ayudan y las que creemos que no lo son, pero ayudan a madurar.

CLAVES:
C:  colérico
F: flemático
M: melancólico
S: sanguíneo
A: alta/o
B: baja/o
MD: medio


CARACTERÍSTICAS
TEMPERAMENTOS
C
F
M
S
T
R
A
B
A
J
O
Responsabilidad
A

X

Disciplina


A
B
Flexibilidad

B

X
Adaptabilidad

B

X
Constancia
X
X
B

Rapidez
A
MD


Capacidad de decidir
A
B


Optimismo


B
X
Creatividad


A

Tenacidad
X



Voluntad
X


B
Activismo
X



Utilitarismo
X



Sentimentalismo



A
Paciencia
B
X


Altruismo


A

Depresivo


X

S
O
C
I
A
L
I
Z
A
C
I
Ó
N
Sociabilidad (aceptación, comunicación,etc)



X
Extroversión
MD


A
Fidelidad


X

Dependencia

MD


Rencor


X

Comprensión

X


Afecto


X

Dependencia
B



Desconfianza


X

Soledad


X

Alegría, entusiasmo


B
X
Indiferencia, frialdad
X
MD


Sensibilidad
B
MD
A

Tolerancia
B
X


A
M
B
I
V
A
L
E
N
T
E
S
Escepticismo

X


Valentía



X
Equilibrio, estabilidad

X


Pasión
X



Vivencias interiores profundas e intensas


X

Vivencias profundas y marcadas
X



Sentimiento de inferioridad


X

Sentimiento de culpabilidad


X

Seguridad
X

B
X
Autocontrol
B
A


Ecuanimidad

X


Despotismo
X



Para atribuir alguna característica debe permanecer en el tiempo.
Para terminar quiero daros algunas recomendaciones generales:
·      No conviene analizarnos ni analizar permanentemente a nuestros hijos. El análisis es una herramienta, el objetivo es su autonomía y su felicidad.
·       El perfeccionismo no es sano ni para nosotros ni para nuestros hijos. Es mejor buscar un aceptable equilibrio, moderar los defectos dominantes y potenciar las virtudes con más implicación en su felicidad.

José Antonio de la Hoz


Enseñar a controlar la impulsividad. Algunos consejos


Quiero hacer un corto análisis de algunos anuncios, para ver las ideas que pululan en nuestro entorno y, a bote pronto, me encuentro con lo siguiente: según una conocida marca de refrescos, la felicidad se encuentra destapando una de sus botellas.  Otro ejemplo, “Hay que ser muy bueno para ser un bollycao”; te compras el bollo industrial, te lo comes y ya eres lo más…Estos son dos ejemplos de los mensajes con los que nos bombardean las principales marcas publicitarias, que podrían resumirse de la siguiente manera: todo se consigue fácilmente, eres más feliz consumiendo, las metas se alcanzan sin esfuerzo…., comprar, consumir, inmediatez, placer, diversión.

 Según los expertos recibimos una media de3.000 impactos publicitarios diarios, más de un millón al año y casi todos en la línea de lo anteriormente dicho, aunque hay honrosas excepciones.  Unos dirigidos a quien decide comprar, otros a quien influye para que se compre, otros a quienes consumen directamente el producto, pero no lo compran, etc. Nadie se libra, ya sea porque tiene dinero y, como dicen los chavales “el power”, o porque influye en el que lo tiene.

 Los carritos de la compra, en las grandes superficies comerciales, están diseñados para que se desvíen hacia la izquierda y podamos acercarnos, con más facilidad, a las estanterías, para coger el producto. Los espacios comerciales están diseñados para que compremos de forma compulsiva: solo podemos entrar por un punto, no hay varias entradas en la línea de cajas; los productos de primera necesidad, como el pan o la leche se encuentran en el fondo, de esta manera andamos más y la “vista funciona”; cuando aprendemos la colocación de los productos, los cambian de sitio; usan el volumen y el tipo de música para que la gente salga rápido, y deje sitio a otros, o se quede más tiempo, etc. Se sirven de nuestros sentidos, “de nuestra debilidad”,  para que compremos más, para  incrementar el beneficio. Saben como actuamos, hay una “psicología del consumo” que se estudia en marketing.

Si nos vamos a los programas de televisión, al cine…., abunda la violencia, el sexo, la palabrería banal y soez, los contravalores, los guiones simples, el “encefalograma plano” etc. En el trabajo todo es urgente. Si coges el coche, más de uno te dice que vas demasiado lento o demasiado rápido y te pita. Las relaciones humanas son  cada vez más fugaces…. Parece que en la vida solo existe el corto plazo, el “ahora mismo”, el “ya”. Nos incitan a adorar lo inmediato.

En las relaciones sociales salta la chispa y el disgusto con cierta facilidad. Nos cuesta comprender, disculpar, dialogar, ceder, escuchar, ayudar. Tendemos a cosificar al “otro”. Cada vez valoramos más a la persona en función de su utilidad. Impulsividad e inmediatez no combinan bien con los valores.

Comida rápida, inglés sin esfuerzo, sé tu mismo, sé  espontaneo, disfruta, consume, platos precocinados, escaparates, luces de neón, ruido y más ruido…Parece que alguien está interesado en que el ser humano no piense, que tome decisiones rápidas, que cambie de coche, casa, ropa, muebles, marido, mujer… de forma COMPULSIVA, IMPULSIVA.

Según el diccionario es Impulsivo el que habla o actúa sin reflexión, dejándose llevar por sus impresiones o impulsos. La definición Identifica el impulso con la irracionalidad. Guiados por la impulsividad se pueden cometer barbaridades. Dice el Juez Calatayud en sus conferencias que todos hemos estado, en algún momento, al borde de cometer una barbaridad.

 La impulsividad nos acerca al comportamiento animal que, en frío, cuando pensamos, rechazamos de plano, pero que cada vez  nos cuesta más dominar.

La impulsividad es lo inmediato, no admite espera, por tanto no da cabida a la razón, al sentido común, a la serenidad. Leo en el periódico que un señor de más de cincuenta años pide el indulto por un delito cometido hace cuatro años. Argumenta la petición en que “ese día perdió los papeles”

Para controlar la impulsividad hay que tener autocontrol y el autocontrol no se improvisa, es fruto de un modelo de educación y convivencia en la familia desde la más tierna infancia, en el que prima la racionalidad, o sea, la pausa, la espera, el análisis, el diálogo, la planificación, la búsqueda de porqués, la voluntad fuerte, el esfuerzo, la serenidad, la austeridad, los límites, los valores, el largo plazo…

El impulsivo es esclavo de los estímulos que lo rodean, su expresión preferida es "me apetece",  entrega su presente y su futuro a otros, no es dueño de su vida…, no la disfruta, vive nadando en la ansiedad.  La persona que se rige por la razón elige en cada momento, no eligen otros por él, es capaz de salir de un supermercado sin una compra, si no estaba lo que buscaba; planifica su futuro, elige metas altas, controla su día a día, gobierna las circunstancias y no se deja llevar por ellas, elige con tranquilidad lo que "debe ser" en cada momento , no lo que le apetece... Educar la impulsividad exige a los padres pulir este aspecto de su comportamiento, en casa, en el trabajo, por la calle, en todo momento. El ejemplo es el mejor maestro.

Llegados a este momento cabe hacerse la siguiente pregunta, ¿qué pueden hacer los padres para conseguir que sus hijos no actúen de forma impulsiva?. Pues ahí van algunos consejos:

·         Fomentar el esfuerzo con refuerzos positivos.

·     Mejor el abrazo, la alabanza, una caricia, una mirada,…para recompensar. Los premios materiales deben ser la excepción, no la norma.

·        Lo que doy a mis hijos está sometido a un criterio con trasfondo de austeridad, consensuado por los padres.

·     Doy ejemplo en casa con la bebida, la comida, las voces, la televisión, las posturas, la conversación, la disponibilidad en las tareas, etc. Cuando voy en coche no grito, ni insulto, etc.

·         Se fomenta el equilibrio en la respuesta habitual a  los estímulos sensoriales: se come en las comidas pero no fuera de ellas; mejor el agua que las bebidas carbonatadas; se controlan los videojuegos, la televisión, Internet y mp3; se exige responsabilidad en el uso de las cosas; se llevan las carencias con señorío, sin quejas; se limita la compra de productos de marca, etc. NO SE LE DA A LOS SENTIDOS todo lo que piden, siempre.

·      Se exige un nivel de rendimiento en los estudios adecuado a las capacidades. Asequible pero costoso.

·         Se exige terminar lo que se empieza y cumplir con los compromisos.

·         En casa el “si” es si y el “no” es no,  de forma habitual. Es la norma

·         Se dialoga con los hijos: comentando una película, hablando sobre su estudio, amigos, las noticias, …El diálogo obliga a pensar, a preocuparse por el otro, a escuchar, a valorar. Con el entrenamos para controlar el impulso.

·         Se fomenta, desde pequeños, la lectura, la cultura  y el deporte.

·         Se evitan los caprichos desde la más tierna infancia. Se controla el llanto como forma de chantaje, no se cede. Se cortan de raíz las agresiones, las voces, los pataleos...desde las primeras manifestaciones. 

·         Se asignan encargos en la casa desde pequeños. Se refuerza positivamente su cumplimiento.

·         El cumplimiento de los horarios se convierte en algo habitual desde pequeños.

·         Las consultas de "respuesta inmediata" se rechazan con un “lo consultaré con tu madre/padre”  y ya te digo. Animas a tus hijos a que planifiquen las cosas con tiempo.
S
       El humor y el descanso ayuda a relajar tensiones y  a evitar los estallidos. A veces la sobrecarga de trabajo o las épocas duras facilitan las respuestas subidas de tono, impulsivas.

·         Es bueno enseñar a ceder, a pedir perdón, a ayudar a los demás, a disculpar, a comprender…En general, los valores son un freno a la impulsividad.

Hace unos días visitaba a un pariente. Tiene dos hijos, un niño de 12 años y una niña de uno.  Cuando llego a la casa la niña se encuentra en brazos de su abuela materna  llorando. La cojo, le hago unas carantoñas, la bailo…y deja de llorar. Casi instantáneamente me viene a la cabeza otra visita que realicé hace unos años a casa de un amigo, profesor y experto orientador familiar. Este tenía, en aquel momento, un solo hijo; una guapísima niña a punto de llegar a su primer cumpleaños. Cuando llegué a la casa me la encontré de frente, sentada en el típico parquecito que permite a los padres tener más o menos controlados a los hijos de esas edades, mientras ellos hacen otras cosas. Clavó su mirada en mis ojos, reclamando que la tomara en brazos e hice el gesto de cogerla, pero el padre me paró en seco - guiado por la confianza que nos une- ,con la siguiente frase: “no te puedes hacer una idea, del trabajo que me ha costado que la niña esté en el parque sin llorar, así que no vengas a chafarme la faena. Yo decido cuando la cojo, no ella” Las cosas no tocan cuando queremos. A lo largo de la vida habrá muchas esperas y hay que estar entrenados..."desde pequeños".

Pues eso, la vida es más estable cuando nuestros padres nos han educado para torear con señorío sus adversidades y disfrutar con equilibrio sus atractivos. Termino con una frase de Voltaire:  “solo es inmensamente rico quien sabe limitar sus deseos” Ánimo y a saber querer con inteligencia a los hijos, a los alumnos, aunque sea más cómodo educar y actuar solo con el corazón.


José Antonio de la Hoz


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