Hace
unos días leía la cita de un conocido en una popular red social. Decía así: “
Propósito para 2017: en vez de preguntarte qué quieres de la vida, pregúntate qué
quiere la vida de ti." Parece un juego de palabras mas pero tiene mucho
trasfondo.
El
mensaje de más del 80% de las felicitaciones de fin de año que he recibido era alguno de estos:
feliz 2017, que en el 2017 se cumplan tus deseos, que venga cargado de regalos
e ilusiones…, etc. Todos en la línea de que el nuevo año nos dé algo, aunque la
realidad es que la mayor parte de las cosas que la vida nos ha dado ha sido a
cambio de nuestro esfuerzo, de nuestra actitud, de nuestro empeño, de nuestro
sacrificio, etc. La realidad es que la vida no suele regalar nada. O como decía
otra conocida cita “la suerte te encuentra siempre cuando estás trabajando”. La
mayor parte de las cosas que tenemos nos las hemos ganado con mucho sudor y es
en el tajo dónde han aparecido las oportunidades, que después aprovechamos o
no.
Como
estamos en un blog sobre educación me centro en ella. Educar a los hijos es una
obligación que exige amor y afecto pero también conocimientos, intuición,
sentido común, constancia, coordinación entre los padres, optimismo, entrega,
tiempo, ejemplo, valores,…. etc. El paso del tiempo, sin más, no educa a los
hijos. No tienen sentido afirmaciones del estilo de “ya cambiará cuando pasen
los años” o "a ver si el año que viene cambia". No, el paso del tiempo no educa a los hijos. Tu hijo cambiará algo
en el 2017 dependiendo de la edad que tenga y de lo que tu esposa y tú o tu
esposo y tú hagáis; también depende de cómo responda él a los estímulos que le enviéis . Y si no sabéis qué hacer para que mejore formaros, dejaos
aconsejar por quien sabe, visitad al tutor, leed de buenas fuentes…, pero tened
claro que “no hacer nada deseduca” y es uno de los mayores errores.
Cuando
se es padre o madre se inicia un proceso de mejora en paralelo. Los padres
mejoran en aquello que exigen a los
hijos para que vean un modelo creíble. Es la educación por impregnación. Es
difícil que un hijo estudie si la mayor parte del tiempo ve a sus padres recostados en un sillón, viendo la televisión
o en el bar. Es difícil que un hijo esté vagueando si ve a su padre y a su
madre con el tiempo ocupado. Los padres no pueden pretender que su hijo sea
honesto si ellos mienten habitualmente, etc.
Llegados
a este punto me hago la siguiente pregunta ¿qué quiere el 2017 de tus hijos?.
Algunas de las respuesta pueden ser estas: que se levanten temprano para empezar
a cumplir con sus obligaciones, que sean puntuales, que sean aseados, que
tengan su cuarto ordenado, que sean honestos y respetuosos, que sean
agradecidos, que no mientan, que echen una mano en casa, que sean constantes y
disciplinados, que sean optimistas y alegres, que sean generosos, compasivos, solidarios ,etc. Se equivocarán y no pasa
nada, que se levanten y corrijan el rumbo, asumiendo sus responsabilidades. La
otra pregunta que me planteo es ¿Qué vas a hacer tu como padre o madre para ayudar a tu hijo a cumplir con lo que le
pide el año y la vida misma?
Termino,
como siempre, con una frase. En este caso de Calvin Coolidge,
trigésimo presidente de los EEUU:
“Todo crecimiento depende de la actividad. No hay desarrollo físico o
intelectual sin esfuerzo, y el esfuerzo significa trabajo.”
José Antonio de la Hoz
José Antonio de la Hoz