viernes, 18 de septiembre de 2015

La pobreza afectaría al desarrollo cerebral de los niños

El barrio en el que un niño vive, la extracción social de sus padres, la formación y capacidad económica de estos, el colegio y los demás factores que integran su ENTORNO, sobre todo en la infancia y la adolescencia, influyen en su desarrollo físico y psíquico. Nunca dejamos de ser libres y siempre podemos escoger las respuestas que damos a los estímulos que recibimos de nuestro entorno pero, por decirlo de una forma rápida, unos son más libres que otros.  Pienso que esto debe llevar a los que más tienen, porque han disfrutado de entornos muy favorables, a ser especialmente sensibles con los que no disfrutan ni han disfrutado de esas circunstancias. No me refiero solamente a la capacidad económica, que indudablemente abre el abanico de opciones educativas para los hijos; hay aspectos como la calidad de la relación de los padres que influyen notablemente en el desarrollo de los hijos ( ver http://goo.gl/VfZr90 ).

Todo lo anterior es corroborado por numerosos estudios científicos. A continuación recojo, entrecomillado, el resumen de uno que aparece en la Revista de Neurología:

"La pobreza parece afectar al desarrollo del cerebro de los niños, dificultando el crecimiento de la sustancia gris y poniendo trabas a su rendimiento académico, según un reciente estudio. Estudios anteriores habían mostrado que los niños que viven en la pobreza tienden a rendir menos en la escuela, tienen puntuaciones marcadamente más bajas en las pruebas y no alcanzan un nivel educativo tan alto como sus pares más ricos.

Los investigadores analizaron imágenes de resonancia magnética de 389 niños estadounidenses con un desarrollo cerebral normal, de 4 a 22 años, y evaluaron la cantidad de sustancia gris en el cerebro, además del lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el hipocampo
Los niños que vivían por debajo de un 150% del nivel federal de pobreza tenían un 3-4% menos de sustancia gris en partes importantes del cerebro, en comparación con un desarrollo cerebral normal (p< 0,05). Quienes vivían por debajo del nivel federal de pobreza tenían un 8-10% menos de sustancia gris en esas mismas regiones del cerebro (p < 0,05). Esos mismos niños alcanzaron una media de 4-7 puntos menos en las pruebas estandarizadas (p < 0,05). Los investigadores calcularon que hasta un 20% de la diferencia en las puntuaciones de dichas pruebas podría explicarse por la menor maduración de los lóbulos frontal y temporal.

Según los autores, varios problemas relacionados con la pobreza contribuyen al retraso en el desarrollo cerebral de los niños, como la falta de estimulación por los padres y por el ambiente, niveles altos de estrés, dormir mal, el hacinamiento o una deficiente nutrición."

Como siempre termino con una frase. En este caso de Nelson Mandela:

"La educación es el gran motor del desarrollo personal. A través de ella la hija de un campesino puede convertirse en médica, el hijo de un minero en jefe de la mina o el hijo de trabajadores agrícolas en presidente de una gran nación"

José Antonio de la Hoz 

Fuente: http://www.neurologia.com/sec/RSS/noticias.php?idNoticia=5313 

jueves, 3 de septiembre de 2015

¿Qué es el TDAH según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM V)?

Pienso que la mejor actitud con los hijos cuando son pequeños es dedicarles tiempo, conocerlos, empezar a corregir lo que no va con constancia y paciencia, y manifestarles nuestro afecto y cariño.

Hay que observarlos pero siendo conscientes de que todo está en sus inicios, vienen con un legado genético que configura parte de su personalidad actual, que se completará con un largo periodo de aprendizaje en el que los padres tienen y tendrán la responsabilidad más importante.

En los primeros años de vida de un niño casi todo está por hacer y por aprender. Casi todo está en blanco y digo “casi todo”, porque hay una “parte genética” que puede ayudar u obstaculizar el desarrollo del niño e, incluso, influir en su vida adulta.

Dentro de esa “parte genética” hay un trastorno muy de moda, en el que se ha puesto el foco en los últimos años, llegando a ser sobrediagnosticado. Me refiero al TDAH (Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad).

El DSM V (documento de referencia para los psiquiatras de todo el mundo, elaborado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría), recoge una descripción de la enfermedad y todos aquellos elementos que ayudan a su diagnóstico. Trato de resumir esta información a continuación:

El TDAH es una enfermedad que afecta al neurodesarrollo de la persona que se inicia en la infancia. Un 40% de pacientes compensa parcial o totalmente los síntomas en la edad adulta y un 60% los mantiene con distintos grados de afectación. Los criterios y síntomas para su diagnóstico son los siguientes:

CRITERIO A . Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):

1. Inatención

Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:

 Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.

a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).

b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).

c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).

d. Con frecuencia  no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (por ejemplo, inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).

e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por ejemplo, dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).

f.  Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).

g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).

h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).

i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).

2. Hiperactividad e Impulsividad

Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:

NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.

a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.

b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, en situaciones que requieren mantenerse en su lugar.

c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.).

d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.

e. Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsara un motor” (por ejemplo, es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).

f. Con frecuencia habla excesivamente.

g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (por ejemplo, termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).

h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).

i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).

CRITERIO B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.

CRITERIO C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (por ejemplo, en casa, en el colegio o el trabajo; con los amigos o familiares; en otras actividades).

CRITERIO D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.

CRITERIO E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (por ejemplo, trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).

En función de los resultados se podrán clasificar las siguientes presentaciones:

Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.

Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 pero no se cumple el criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.


Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.

En esta entrada no voy a terminar con una frase o pensamiento sino recomendando un blog a los que queráis profundizar en el tema. Es de un amigo que va a pronunciar la conferencia inaugural del próximo Congreso Andaluz sobre TDAH. El enlace en el que debéis pinchar es el siguiente http://tdahenadultos.blogspot.com.es/ 

José Antonio de la Hoz