sábado, 29 de marzo de 2014

Tres niveles en la educación

Cuando lees un artículo y coges una nota de el, corres el riesgo de sacarla de contexto. Digo esto porque, poniendo  orden en mis archivos, me encuentro con unas ideas  sacadas de un artículo del psiquiatra Enrique Rojas, en el que  habla magistralmente sobre educación. En el documento menciona tres niveles o protagonistas del proceso educativo:
    • EL PROFESOR: es la persona que se limita a transmitir conocimientos y, de paso, promueve algunas actitudes.
    • EL MAESTRO: es una persona a la que, no se sabe muy bien por qué, nos gustaría imitar. Explica lecciones que no vienen en los libros.
    • EL TESTIGO: es una persona en cuya vida hay coherencia, ilusión y contenido. Su vida es una lección; se aprenden cosas de ella viendo su trayectoria.
Afirma el doctor Rojas que "en la sociedad actual hay MUCHOS profesores, POCOS maestros y ESCASOS testigos" Para muchos chavales los modelos terminan siendo algunos deportistas, cantantes, actores de series de Tv...cuya vida tiene poco contenido, salvo honrosas excepciones.
Siguiendo con la reflexión, a un niño lo persuade la vida coherente, exigente, ilusionada y llena de contenido de las personas con las que está en contacto.  Los que más tiempo interaccionan con él son los padres y los profesores, por eso considero importante reflexionar sobre las siguientes ideas:
  • Los hijos serán mejores si los padres son mejores. Los alumnos serán mejores si los profesores son mejores. El amor profundo al hijo es lo que mueve a una madre y a un padre a dejar de hacer algo o plantearse mejorar en algo por el bien de su hijo. La misma razón mueve al profesor respecto del alumno, luego las oposiciones deben de examinar de algo más que del mero manejo de conocimientos. La de profesor es un profesión muy vocacional.
  • La mejora de padres y profesores incluye el contacto periódico de ambos para remar en la misma dirección
  • El sistema educativo debe contemplar un tiempo, dentro de la jornada escolar, para el reciclaje periódico del profesorado.
  • El sistema educativo solo debe permitir el acceso a la enseñanza a los mejores profesionales.
  • Los padres deberían dedicar un tiempo mensual a formarse en las exigencias de cada etapa evolutiva de sus hijos. Las autoridades deberían de incentivar esto.
  • Los centros escolares podrían incluir, y las autoridades públicas incentivar, algo parecido al coaching para padres.
  • Se debería promover la excelencia en la educación como un valor primordial. De esta forma desaparecería el debate sobre el modelo de enseñanza, cómo ha ocurrido en Finlandia.
Termino con una frase de Daniel Goleman, precursor de los estudios sobre Inteligencia Emocional: "el vínculo entre atención y excelencia se halla detrás de casi todos nuestros logros"

José Antonio de la Hoz

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