Hodding Carter , afamado periodista y escritor norteamericano,
dijo que “Dos legados duraderos podemos dejar a nuestros hijos: uno, las
raíces; otro, las alas. Esta frase me
llevo a pensar en la auténtica libertad,
las alas a las que se refiere este autor, que nos llevan a disfrutar al máximo
de las fuentes de la felicidad admitidas por distintos autores – Martin Seligman,
E. Rojas…- y que son: el trabajo, la amistad, la familia, la cultura, el ocio y
la espiritualidad.
Pongámonos en la hipótesis de que
es el último día de nuestras vidas, tenemos uno o varios hijos y contamos con
la posibilidad de elegir qué herencia le dejamos. Supongo que muchos elegiríamos
una cierta cantidad de dinero para que completen su formación académica, una
vivienda y otros bienes materiales…Habría
una carencia difícil de cubrir: nuestra presencia permanente, nuestro cariño y nuestros consejos desinteresados, y otros aspectos en esta línea.
Quizás algunos pensarían en
bienes más inmateriales o espirituales. Yo les planteo aquí una posibilidad:
dejarles, como legado, la capacidad de elegir con calidad. La libertad es para mí una
competencia o cualidad del ser humano, vinculada a nuestra racionalidad. De todos los seres que existen en el
mundo, solo el hombre disfruta de ella.
La auténtica libertad es la que
hace posible que elijamos la mejor opción para nosotros. Hay elecciones que nos
pueden llevar a perder total o parcialmente esta cualidad. Un águila puede
volar o no volar, pero lo más idóneo para ella es lo primero. Nos daría una
pena enorme verla en los zoológicos enjaulada, sin poder hacer aquello para lo
que ha nacido y que su naturaleza reclama.
Todos al nacer tenemos unas cualidades
innatas y otras que podemos adquirir.
Podemos cultivar las primeras y de las segundas elegir las más idóneas para
nosotros, aquellas que nos hacen sentirnos mejor y que quizás no sean las
adecuadas para otros. En este abanico de alternativas que se nos abre con la
existencia influyen nuestros padres, el entorno y, sobre todo, nosotros mismos con nuestras decisiones.
Para elegir bien hacen falta que
se cumplan los siguientes requisitos:
- Conocer las alternativas posibles entre las que puedo elegir.
- Conocernos muy bien a nosotros mismos. Por ejemplo: admitir que estoy gordo me ayuda a saber que no puedo competir en los 100 metros lisos a corto plazo.
- Libertad externa de elección. Quienes son nuestros padres, donde vivimos y nos educamos …influyen en nuestra capacidad de elección durante los primeros años y dificultan la elección de determinadas opciones en los siguientes. Hay muchos personajes ilustres que lo fueron a pesar de sus circunstancias personales y familiares.
- Libertad interna de elección. Una voluntad fuerte, capacidad de análisis e iniciativa, resistencia ante la adversidad, espíritu optimista y alegre, autonomía, orden, capacidad de apoyarse en los demás cuando se necesita ayuda, terminar lo que se comienza y saber rectificar…nos ayuda a ampliar el rango de metas que podemos plantearnos en la vida.
Cuando somos bebes poco podemos
hacer en cualquiera de los cuatro puntos anteriores. Son nuestros padres los
que nos ayudan a dar pasos en cada uno de ellos. ¿Qué pueden hacer ellos en
esos primeros años? Querernos y exigirnos para que seamos autónomos e
independientes – libres- lo antes
posible, adquiriendo las virtudes y capacidades que hagan esto posible. Para ir
concretando:
- Dejar a los hijos hacer cosas. Por ejemplo, si
con tres años se les ocurre intentar ponerse solos unas zapatillas, ayudar a
poner la mesa, cortar solos el filete… no intervenir para ganar tiempo o por un
mal entendido amor. Para eso hay que saber qué puede y debe hacer un niño a
cada edad.
-Ayudarles a adquirir una voluntad fuerte en el
día a día. La voluntad es necesaria para elegir. Cuando uno elige las metas, a
corto, medio y largo plazo, que afectan
a su futuro, lo hace en función de las expectativas de conseguirlas y aquí influye su
fuerza de voluntad. Poner a los hijos metas difíciles pero realistas les ayuda en este aspecto.
-Retrasar las recompensas en el día a día, con
normas y límites. Ejemplo: chuches en los cumpleaños y fiestas, televisión solo
en momentos muy concretos del día, hora fija de acostarse. Levantarse al primer
aviso y pasado un tiempo solos, tener el cuarto ordenado, tener un horario de estudio…Después de esto se
descansa, o se come, etc. Así podrán elegir, a lo largo de su vida, opciones
que requieran un esfuerzo mantenido, como terminar una carrera, aprobar unas
oposiciones, montar un negocio, etc.
-Enseñarles a resistir ante la adversidad. No se
pueden desmoronar ante el primer obstáculo,…Esto no es incompatible con darles
nuestro cariño, comprensión….pero sin permitir que se queden lamiéndose las
heridas. Hay que levantarse de la caída, mantener el tipo ante una contrariedad…
-Reconocer los errores que cometemos, corregirlos
y asumir la responsabilidad. De esta forma perderán poco el tiempo por caminos equivocados…. Aprenderán a elegir mejor.
-Ayudarles a conocerse. Hay que hablarles de sus
puntos fuertes y enseñarles a reconocer y admitir con naturalidad los débiles, como punto de partida para
ir limándolos, explicándoles cómo. Hay que abrirles posibilidades en distintas
áreas para que descubran en cual se sienten a gusto. Siguiendo a Howard Gardner,
invitaría a mi hijo a participar gradualmente en actividades relacionadas con
estas competencias:
- Verbal – lingüística: leer, redactar, contar
historias,…
-Lógico – matemática: analizar, calcular,
relacionar…
-Visual – espacial: orientarse en el campo o la
ciudad, identificar cosas vistas,…
-Corporal – cinética: practicar algún deporte…,
bailar, danzar
-Musical: oír música
-Relacionarse con los demás: potenciar su
participación en grupos a partir de los dos años y medio (deportes de equipo,
invitar a amigos a casa, etc.)
- Estar en contacto con la naturaleza: excursiones, visitas a espacios naturales (zoológicos...)
- Estar en contacto con la naturaleza: excursiones, visitas a espacios naturales (zoológicos...)
- Hay que exigirles que acaben lo que comienzan.
De esta forma sus elecciones serán más racionales y responsables. No saltarán de flor en flor sin acabar nada.
- El optimismo y el espíritu positivo ayuda a
afrontar de otra manera los inevitables obstáculos a los que se enfrentarán en
la vida. También le ayudarán a adquirir las necesarias competencias sociales,
al ser personas con las que se está a gusto. Ahora bien, es difícil ser optimista si uno ha convivido con padres que se quejaban del trabajo, de los vecinos, ...de todooooo!!!!. Es difícil ser optimista si el hogar está lleno de comentarios negativos -sobre las circunstancias y las personas-, provenientes de quienes deben ser ejemplo.
-El orden es condición sine qua non de la
eficacia. Si las cosas están en su sitio las encuentro antes y si planifico mis
esfuerzos serán más racionales y productivos. Analizaré las opciones, haciendo más racional la decisión final, aunque a veces hay que tomar decisiones con poco tiempo.
Toni Nadal, tío del tenista Rafa
Nadal, uno de los deportistas más importantes de España, dice que para entrenar
a su sobrino usa la fórmula del sabio
griego Solom: método, esfuerzo, voluntad, sacrificio y orden. Esas son las alas
que les han llevado a los dos a elegir unas metas que, sin duda, les han hecho
muy felices. Basta con echar un vistazo a su palmarés.
José Antonio de la Hoz
José Antonio de la Hoz
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