Artículo de ABC.es del 4-10.2012 elaborado por
una experta en riesgos infantiles
De profesión auditora de riesgos
infantiles, Mª Ángeles Miranda viaja por todo el país observando centros
educativos, y poniendo la mirada crítica que necesitan estos espacios en
función de los menores a los que acoge. Entre sus labores también se encuentra
la de dotar de herramientas en forma de soluciones a los equipos profesionales
para que sus centros, al margen de las normativas y decretos y de la mirada más
o menos critica del inspector de turno, pueda definirse como una escuela
segura con certificado incluido.
Según Miranda, estos son, si
focalizamos las acciones preventivas en una escuela de primer ciclo de
infantil (0 a 3 años), los diez puntos imprescindibles para lograr un
centro seguro, siempre bajo la Norma de oro por excelencia:
1. Zona de seguridad infantil: Es aquel espacio comprendido entre
el suelo y 1,20 m de altura de toda la instalación y los accesos (incluyendo la
zona de tránsito y la de uso habitual), donde no deben existir elementos
peligrosos accesibles a los niños o que puedan causar daño físico o psíquico.
2. Accesos: la delimitación del centro y el
control de accesos debe preservar la seguridad de los menores, protegiéndolos
de extraños y de elementos que puedan causarle un accidente. (Por ejemplo, las
vallas delimitadoras de los centros en pocos casos se encuentran reguladas por
decretos, podemos encontrar desde vallas escalables, o con una distancia entre
barrotes superior a los 10 cm, lo que pude causar que el menor introduzca la
cabeza entre ellos).
3. Instalaciones generales. Bajo esta denominación podemos
englobar los siguientes apartados:
a. Suelos: ligeramente blandos, en función de
las necesidades que requieran las actividades que se realizan en cada espacio
se aumentará el nivel de amortiguación de los mismos. (por ejemplo: no es lo
mismo la actividad de los rincones en el aula, que la psicomotricidad o el
suelo existente bajo un tobogán).
b. Paredes: teniendo en cuenta el desarrollo de
las habilidades motrices hasta la consecución de las mismas, las caídas y los
golpes son constantes, por lo que se deben proteger de forma que se minimicen
las consecuencias de dichas caídas.
c. Puertas: en función del espacio al que
derivan, éstas deben evitar la accesibilidad a la manipulación infantil,
lesiones por atrapamiento de extremidades o por golpes contra vidrios, heridas
y cortes a consecuencia de la rotura de vidrios y facilitar el acceso del
adulto en caso de emergencia (por ejemplo, he encontrado en escuelas infantiles
que las puertas de acceso al aula eras inaccesible a los menores, ya que la
maneta se había situado de forma correcta a 1,40 m de altura y las que daban
acceso a los espacios como cocina o limpieza y situadas en la zona de tránsito
infantil eras totalmente accesibles)
d. Ventanas: inaccesibles a la
manipulación infantil, no solo a su apertura, también a su hoja si esta permanece abierta y evitar
siempre la disposición de los equipamientos de forma que no facilite la
escalada. (por ejemplo en la zona de sueño, la disposición de las cunas nunca
deben situarse debajo de una ventana, ya que la altura del niño cuando se pone
de pie en ésta la hace accesible, estos problemas son de base de proyección y
construcción del centro)
e. Escaleras y desniveles: todos los desniveles deben ser
salvables para los niños que acoge la escuela infantil, el resto debe estar
delimitado e inaccesible a la manipulación infantil.
f. Enchufes: los que no se sitúen por encima de
la zona de seguridad, deben disponer de protecciones infantiles, en ningún caso
pueden ser accesibles a los menores, pero no debemos olvidar que todos los
dispositivos electrónicos y los cables derivados también deben situarse por
encima de esa zona.
4. Instalaciones especificas: totalmente accesibles, espacios
conectados (asistenciales y de actividades) con las características de:
a. Visuales: atender una necesidad básica en
particular no debe implicar la pérdida de contacto visual con el grupo en
general.
b. Específicos: deben existir espacios
diferenciados y adaptados para cada asistencia concreta y para actividad
programada.
c. Polivalentes: espacios preparados a acoger a
niños de diferente nivel y con distintas necesidades.
5. Equipamientos: los elementos que componen una
escuela infantil, sea cual sea su utilidad (asistencial, lúdica y/o educativa)
deben ser específicos para el desarrollo de su función, adaptados a las
destrezas y habilidades de los niños, a sus medidas antropométricas y cumplir
con las normativas vigentes. No se puede incluir equipamiento que no esté
estrictamente pensado para los menores a los que va destinado y por supuesto jamás
permitir la entrada de objetos desde el exterior que, con muy buena fe por
parte de las familias, puede suponer un riesgo para uno o el resto de menores.
(por ejemplo juguetes que no tengan el marcado CE, peluches, piscinas, etc.)
6.Evaluación/auditoria de riesgos
infantiles: ni con el estricto
cumplimiento de todas las normativas y decretos vigentes se asegura una
instalación adaptada y segura. Las herramientas que a nivel organizativo y de
gestión, la planificación del mantenimiento, la prevención eficaz y concreta,
solo lo ofrecen las evaluaciones de riesgo infantiles realizadas por
profesionales y el derivado informe con las soluciones precisas en función
de la prioridad del riesgo.
7.Gestión del mantenimiento: la mayoría de lesiones que ocurren
en un centro infantil son derivadas de un ineficaz o nulo plan de
mantenimiento. Lo que ocurre en ocasiones es que se destina la partida
presupuestaria a un lavado de imagen obviando las prioridades en función del
riesgo que determina el informe derivado de las evaluaciones.
8.Formación: el personal del centro infantil
debe recibir formación de prevención de riesgos, y esta cultura
preventiva es inusual, ya que se le da más importancia a los primeros auxilios
(que también deben formarse), antes que a evitar llegar a estos últimos.
9. Emergencias: un Plan de Autoprotección debe
contar con la implicación de todo el personal del centro, éste se debe diseñar
bajo los preceptos de probables emergencias y siempre en función de las
características de los niños. Aún de obligado cumplimiento, son muchas las
escuelas infantiles de gestión pública que carecen del Plan de Autoprotección.
10. Vía pública: no puede quedar exenta de una
auditoria vial. Los entornos escolares deben tener en cuenta las necesidades de
los menores y de sus familias, como por ejemplo que todos los niños deben ir en
un SRI (servicio de retención infantil) homologado a su peso y talla y para
ello necesitan espacios exteriores donde poder realizar esta acción de forma
segura y adecuada. Asímismo, las espacios públicos deben contar con
señalización que informen a los conductores que se encuentran en un espacio
frecuentado por menores y actuar en consecuencia.
El objetivo
es...
...conseguir un espacio adaptado a las
necesidades cognitivas, motrices y psicológicas de los niños, consiguiendo que
se desarrollen de forma natural, sin interrupciones por secuelas derivadas de
una falta de previsión (accidentes), preservando su integridad física y
psíquica, y donde los profesionales puedan llevar a cabo su tarea: el
desarrollo de los proyectos educativos y las actividades programadas…
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