Conozco a Luis Gutiérrez Rojas desde que él tenía diez años aproximadamente. Ya con esa edad destacaba de sus compañeros por su buena cabeza, su capacidad de trabajo, las buenas relaciones con los demás,...y muchos más atributos .
En la actualidad es padre de unas cuantas criaturas, psiquiatra en la sanidad pública andaluza, destacado monologuista, speakers y más cosas. Suele conseguir lo que se propone porque sabe estirar el tiempo y no se arruga.
Como dije antes nos conocemos desde hace muchos años y, aunque nos vemos de vez en cuando, suelo seguir lo que hace y una de las cosas a las que se ha dedicado, desde hace tiempo, a pesar de su juventud, es a escribir interesantes artículos y publicarlos en la prensa. Sabedor de que he puesto en marcha este blog, me ha dado algunos de sus artículos para insertarlos. Contienen una mezcla de sentido común, experiencia en la consulta y fina ironía. Pues ahí va, entrecomillado, el primero:
Cómo detectar si su hijo es un consentido repelente
"Hace ya muchos años que,
sumergidos en plena efervescencia navideña, nos enfrentamos a un fenómeno
curioso que afecta a las sociedades occidentales: la falta de ilusión. Cada vez
hay más niños que no saben que pedir a los reyes magos porque “tienen de todo”.
En
la actualidad trabajo en un servicio de psiquiatría infantil, además de tratar
las clásicas enfermedades mentales de este grupo de pacientes, también
observamos que se está incrementando el número de niños malcriados que
disfrutan chantajeando a sus padres (intentos de suicidio incluidos)
llevándolos por la calle de la amargura.
Fruto
de estas reflexiones me he permitido el lujo de diseñar la EDNR (Escala de
Detección de Niños Repelentes) todavía no validada pero que sin lugar a dudas
dará un vuelco en el panorama internacional.
Deberá
aplicarse a niños con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años. En el
caso excepcional de que su vástago se trate de un outsider, lo que los expertos
llamamos un triple I (Individuo Inmaduro e Inútil) se podrá usar hasta con
hijos de 21 años.
Se
debe sumar un punto por cada una de las siguientes características:
1.-
Tener TV propia en el cuarto (si tiene DVD con Home Cinema sumar un punto más).
2.-
Tener móvil con cámara de fotos incorporada.
3.-
Tener videoconsola (si tiene más de 10 juegos originales sumar un punto más).
4.-
Tener TV digital en casa.
5.-
Tener ordenador personal propio (si tiene línea ADSL sumar un punto más).
6.-
Tener una cuenta corriente a su nombre con un saldo medio superior a 600 euros,
sin realizar un trabajo remunerado. Si tiene más de 3000 euros sumar un punto
más.
7.-
Tener moto. Si tiene coche propio sumar un punto más.
8.-
Tener cámara de fotos digital, cámara de video o equipo de música completo.
9.-
Practicar y tener el equipo completo de cualquiera de los siguientes deportes:
esquí, vela, caza, pesca, golf o submarinismo.
10.-
No leer nunca nada (según últimas investigaciones los pijos no leen). La prensa
deportiva no cuenta.
Otras
características por las que se pueden sumar puntos adicionales son: no ayudar
en las tareas del hogar, tener más de un 90 % de la ropa de marca, no aceptar
el heredar objetos y prendas de los hermanos mayores…
Resultados:
De
0 a 5 puntos: estamos en la normalidad, respire tranquilo, hoy por hoy su hijo
no es pijo.
De
5 a 10 puntos: su hijo todavía no es pijo en sentido estricto pero apunta
maneras. Contrólelo pasándole esta escala cada seis meses.
Más
de 10 puntos: lo mire por donde lo mire su hijo es mega pijo, seguramente ya
está buscando una residencia de la tercera edad para ustedes, no se preocupe
esa situación es reversible pero necesita un plan de choque.
El
plan consiste en estudiar a su hijo y observar cuáles son los objetos que producen
un mayor apego en él (vea si su hijo se comporta como el personaje de Gollum en
El Señor de los Anillos). Elija varios hasta que la puntuación de esta escala
sea de 10 puntos o menos.
Después
debe acompañar a su hijo a una tienda de segunda mano (no se preocupe si en un
primer momento pierde dinero, a la larga lo recuperará) luego debe dar el
dinero a una obra social, si es en el tercer mundo mejor. Cuanto más chille,
llore y se queje su hijo más efectivo será el tratamiento.
Si
esta terapia funciona conseguiré triunfar mundialmente. En próximas entregas
prometo ofrecer una escala para madres neuróticas y otra para padres posesivos.
Espero
que nadie se ofenda, he procurado ser irónico, pero hablando en serio les
advierto que es bastante triste ofrecer todo el tiempo del mundo y nuestros
mejores recursos económicos para que un día al llegar a casa después del
trabajo nos encontremos con un ser humano vegetando en lo alto del sofá que
para más INRI nos insulta y nos grita.
Es
decir darse cuenta demasiado tarde que llevamos media vida educando a un
perfecto gilipollas. "
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