viernes, 9 de noviembre de 2012

La educación de los hijos: cómo y para qué educo


El origen de la historia que termina con un bebe en casa, es hoy en día muy diversa. Yo me confieso seguidor de la versión clásica, por diversos motivos que trataré en otro momento. El caso es que normalmente hay dos personas implicadas en el acontecimiento y cuando ocurre hay que empezar a tomar decisiones, hasta que el niño/a se independiza.


Aparece una  nueva obligación en nuestras vidas: la de educar a un nuevo ser humano. Nuestro papel al principio es de protagonistas, pero con el tiempo será  de actores secundarios, conforme el bebe va cumpliendo años. Se trata de ayudar a la nueva criatura a ser autónoma e independiente lo antes posible,  que elija su futuro de la mejor forma y con el mejor contenido posible.


Que la tarea de educar se convierta en algo apasionante requiere sentido común, acuerdos previos y posteriores de los  padres o educadores y formación. En este último aspecto incluyo conocimientos sobre psicología, en concreto sobre las distintas etapas por las que va a pasar nuestro bebe y como afrontarlas; conocimientos básicos de medicina, nutrición, pedagogía, negociación, etc. NO VALE REMITIRSE A LO QUE HICIERON NUESTROS PADRES, ya sea para copiar el modelo o rechazarlo. Hay que formarse, aunque esto nadie nos lo exija. Nuestro temperamento y carácter son otra mochila que llevaremos permanentemente en nuestra tarea de padres y educadores, para lo bueno y para lo malo.
Sin querer ser exhaustivo,  aconsejo cumplir con las siguientes tareas:

1.       Antes de que el bebe venga:


o   Ponerse de acuerdo sobre el modelo de educación: con esto amarrado ayudamos a la necesaria y deseada armonía en la futura convivencia. . EN ESTE APARTADO ENTRAN CUESTIONES COMO:


§  Tener claro que las decisiones sobre cuestiones ordinarias o extraordinarias que nos plantee el niño/a,  se toman de común acuerdo, para evitar que  termine jugando con nosotros y consultando los temas a quien más le interese. Es deseable usar mucho la frase: “lo veo con tu madre/padre y ya te digo”…No importa que se retrase la respuesta ya que esto le ocurrirá muchas veces en la vida real. Se acostumbrará a preguntar las cosas con tiempo y le ayudaremos a controlar la impulsividad.


§  Modelo de autoridad: esto se ve en nuestra pareja antes de que os planteéis tener un hijo/a. Ser autoritario/a o excesivamente permisivo/a, es un obstáculo para la relación de pareja y para la educación de los hijos.


§  Cosmología: aquí incluimos las respuestas a ¿quién soy, de dónde vengo y a dónde voy? Incluimos los principios que van a impregnar las decisiones educativas: ¿todo a la carta del estudio? ¿nos importa el modelo de persona? ¿lo importante es que el niño/a tenga bienes materiales, o qué sea una persona con principios o los dos son importantes?


§  Modelo de enseñanza: privados o públicos, laicos o confesionales…


§  Tiempo a dedicar al niño/a, tareas comunes y tareas compartidas…


2.       Después de que el bebe venga:


o   Los padres han de tener claro que el niño/a no es de su propiedad, ni una extensión de ellos, sino una persona a la que hay que preparar para que sea autónoma y acompañar en las decisiones sobre su futuro.


o   Cada hijo/a es distinto/a y necesita medidas y dosis distintas de “tiempo y decisiones”. Cada hijo tiene su “receta propia” que, además, es cambiante.


o   La futura personalidad de nuestro hijo/a va a estar sostenida en 3 aspectos:
a) La genética
b) Las influencias del entorno: colegio, profesores, amigos, familia, lugar de residencia…
c) La historia personal: éxitos y fracasos que va acumulando y cómo los afrontan. Aunque no lo son todo, la voluntad y las habilidades de relación son dos herramientas importantísimas para enfrentarse a la vida. Debemos ayudar a nuestros hijos a disponer de ellas desde pequeños.
o   No hay que exigir al niño/a en todo y en todo momento. En cada edad hay hábitos o tareas más idóneas. La educación es una tarea permanente y escalonada


o   Lo que se exige se vive. Lo contrario provoca rebeldía


o   Se quiere a los hijos/as independientemente de que triunfen o fracasen. En la familia se quiere sin condiciones


o   Los 12 primeros años son básicos para crear el 80% de los hábitos con los que nuestros hijos se van a enfrentar a la vida. Nuestro hijo/a es más receptivo en este periodo


o   Nuestra vida es una historia de esfuerzos y luchas, de recompensas muy peleadas, de cometer errores y levantarse, de relaciones diarias con otras personas. Por tanto hay que conceder pocos caprichos y que vengan asociados a la consecución de una meta, en los estudios y en su carácter.


o   Las principales satisfacciones tienen cinco orígenes: amor, trabajo, cultura, amistad y familia. Tenemos que ser buenas personas y enseñar a nuestros hijos/as a serlo para que sepan alimentarse de tres de esas fuentes: amor, amistad y familia


o   Es un error que el otro/a pase a un segundo plano cuando el bebé llegue: si el objetivo de la relación de pareja no era el amor, sino tener familia, vamos por mal camino. La futura estabilidad psicológica de nuestro hijo/a está influenciada por nuestra relación como pareja. Nuestro hijo/a necesita sentirse querido/a y ver que nos queremos,…los hijos se van y la pareja se queda. La relación hay que trabajársela día a día

He tenido la suerte de asistir a cientos,…si cientos, de conferencias sobre educación. No he querido en ningún momento ser exhaustivo, porque sería imposible incluir todo lo necesario y bueno para nuestros hijos y, porque intentar abarcar todo debe de ser enfermizo,…siempre nos faltarán cosas, pero lo importante es que no falten las más importantes y necesarias. Ánimo y vamos a ello.

José Antonio de la Hoz

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